La edición Deluxe de la banda sonora de la película del legendario concierto se lanzará el 18 de agosto. Stop Making Sense se reestrenará a fin de año, en una nueva versión en 4K a través de la productora A24.
Talking Heads se unió al director Jonathan Demme en la película del revolucionario concierto para Stop Making Sense. Para celebrar su 40° aniversario, una nueva versión restaurada en 4K de la película llegará a los cines de la mano de la productora A24.
Rhino también lanzará una versión Deluxe de la banda sonora que ahora incluirá la totalidad del concierto por primera vez. STOP MAKING SENSE (DELUXE EDITION) estará disponible el 18 de agosto en una edición limitada de 2 discos de vinilo y en formato digital, junto a una versión en Dolby Atmos del concierto completo mezclada por Jerry Harrison y E.T. Thorngren, que también mezclaron la obra original.
Ambas versiones incluirán las canciones interpretadas en la película, más dos inéditas: “Cities” y “Big Business / I Zimbra”. La edición limitada en vinilo incluye un libro de 28 páginas con fotos inéditas y notas de los cuatro integrantes de la banda: Tina Weymouth, David Byrne, Chris Frantz y Jerry Harrison.
También está disponible una versión inédita de «Cities». Estuvo incluida previamente sólo en la versión de Stop Making Sense en VHS/DVD de 1999, pero éste es el primer single de Talking Heads en más de 30 años.
Stop Making Sense nació cuando el director Jonathan Demme vio el show de Talking Heads durante la gira de la banda Speaking in Tongues en 1983. Después se contactó con ellos con la idea de hacer una película del concierto. Trabajaron juntos durante los siguientes meses para finalizar los detalles y finalmente, Demme filmó tres shows en el Pantages Theater de Hollywood en diciembre de 1983 para crear Stop Making Sense .
La película presenta una retrospectiva de la banda hasta ese momento, con un show que combina canciones de sus seis álbumes de estudio. El show se desarrolla en forma metódica: abre con Byrne en el escenario interpretando “Psycho Killer” sólo con una caja rítmica. Después de cada canción, se le une algún nuevo miembro de la banda hasta que Weymouth, Frantz y Harrison se ubican juntos en el escenario. El grupo continúa acrecentándose a lo largo del concierto a medida que se les une una banda estelar: el tecladista Bernie Worrell, el percusionista Steve Scales, el guitarrista Alex Weir y las voces adicionales de Lynn Mabry y Ednah Holt.
La banda interpreta 18 canciones en Stop Making Sense, incluyendo su single más reciente en ese momento, “Burning Down The House”. Ese verano, la canción tenía una alta rotación en radios y en MTV, por lo que se convirtió en el primer éxito en entrar en el Top 10 de Norteamérica. Sin embargo, fue otra la canción de Speaking in Tongues la que representaría un momento legendario: Byrne interpretó “Girlfriend Is Better” vestido con su ahora icónico traje inspirado en las costumbres del teatro tradicional japonés. Para enfatizarlo, su foto así vestido engalana la tapa del álbum.
Stop Making Sense se focaliza principalmente en la música de Talking Heads pero también incluye algunas pocas canciones grabadas fuera de la banda: “Genius Of Love” de Tom Tom Club, y “What A Day That Was” y “Big Business” del album de Byrne de 1981, The Catherine Wheel . Este año se lanzaron las ediciones limitadas en vinilo de estos dos álbumes, junto con The Red And The Black de Harrison.
Stop Making Sense fue un éxito artístico y comercial cuando se estrenó en septiembre de 1984. El público bailaba en los pasillos del cine y la banda de sonido vendió más de dos millones de copias. El año pasado, la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos agregó Stop Making Sense al Registro Nacional de Películas en reconocimiento a su importancia cultural, histórica y estética.
En las notas del álbum STOP MAKING SENSE (DELUXE EDITION), los cuatro integrantes de la banda comparten sus reflexiones y recuerdos del proyecto.
Weymouth elogia a Demme como colaborador: «… Jonathan fue muy entusiasta, adaptable e imaginativo y era tan buen oyente como colaborador. Desde el principio tuvimos la impresión de que era flexible y a la vez disciplinado. Al trabajar en equipo, eso era una buena señal para lograr una gran relación y una gran película».