«Sale el sol» y Vera Fauna brillan más que nunca con su nuevo single
Después de encandilarnos con «Tu voz» y cantarnos al oído aquello de «No me digas la verdad» junto a Noni Meyers, Vera Fauna brillan más que nunca con «Sale el sol», tercer adelanto de su próximo álbum «Dime dónde estamos», que verá la luz a finales de marzo de la mano de BMG. Sorprendentemente funk, con ecos de The Roots, The Weeknd, Jungle y, sí, también, el lado más radiante de Elia y Elizabeth, los sevillanos nos siguen conquistando canción a canción mientras nos llega su esperado LP.
Quien más claro tiene de qué pasta está hecho, mejor domina el arte del disfraz. Que se lo digan si no a Vera Fauna, tan camaleónicos que asusta.
Porque mientras van desgranando el contenido de su próximo disco, ese esperadísimo «Dime dónde estamos», que se lanzará el próximo 28 de marzo de 2025 bajo el paraguas de BMG, los sevillanos van haciendo gala de su capacidad para subirse sobre cualquier sonido.
Si con «Tu voz» nos erizaron la piel a golpe y porrazo de emotividad y, hace un ratito como aquel que dice, nos regalaban una rumba demoníacamente pegadiza como «No me digas la verdad», ahora, con «Sale el sol», nos dejan claro que no tienen tampoco problema alguno para ponerse elegantes y poner su sello en las últimas actualizaciones del disco y el soul. Pueden vestirse de Los Chorbos, pero también se les da bien ponerle un punto y coma sevillano al sonido de Jungle.
Eso sí, aunque muden de piel mantienen su esencia, y nos siguen mostrando que su disco girará en torno a la amistad, el amor, el malentendido, el encuentro y la separación. Entre las personas existe un canal que se ve sometido a interrupciones, interferencias y, a veces, cortes abruptos. Ellos nos recuerdan que, pase lo que pase, saben que nos quieren, y nos lo cantan: «Vente solo si quieres, yo estoy para ti si tú estás para mí». Los vínculos que nos unen como seres humanos, de nuevo el hilo conductor de las canciones que vamos conociendo de ese anhelado «Dime dónde estamos».Y más allá de los mencionados Jungle, estos camaleónicos Vera Fauna nos sorprenden con nuevas referencias en su sonido. «También podemos encontrar a The Weeknd en los sintes, y a The Roots con Cody Chestnutt en la primera parte del tema», alegan sin complejos. «Después de escuchar la primera demo de la canción, nos dimos cuenta que el principio de la canción se parecía sospechosamente a ‘The Seed (2.0)’. El rap está presente en todo el disco». Honestidad a pruebas de balas, y un gusto musical exquisito. Más virtudes que sumar a una banda que este 2025 promete brillar de lo lindo. Salga el sol o no.
BENDITA VERA FAUNA
A la chita cantando, Vera Fauna ha ido haciéndose un hueco en nuestra concepción de la música andaluza. Una banda que fue gestando un sonido y un discurso propio que fue de las pocas alegrías del año 2020, cuando su primer larga duración, el seminal “Dudas y flores”, vio la luz. Un álbum en el que igual reivindicaban el folclore populista de Papá Levante que invocaban la neopsicodelia de Tame Impala, sin miedo alguno a explorar lenguajes y sonidos en busca de una identidad propia. Pero entre aquellos surcos crepitaba ya el fuego que azuzaría después “Los años mejores”, un LP que alumbrado hace tan solo una temporada, demostraba y con creces la personalísima personalidad, valga la redundancia, de una banda única en su especie.Y ahí siguen Kike, Javi, Juanlu, Jaime y Álex. A lo suyo. El inminente “Dime dónde estamos” (BMG, 2025), bajo un título de lo más esclarecedor, ahondará una vez más en las inquietudes habituales de la banda: de la poética de lo cotidiano al romanticismo de a pie, del melting pot de estilos e influencias a la despreocupación absoluta por las etiquetas. Hay sitio para incorporar nuevos sonidos y una producción ambiciosa: la banda apuesta por el habitual Raúl Pérez, que en esta ocasión hace tándem con Álex Fernández, miembro de la banda. También hay sitio para las excelentes compañías: Ángeles Toledano y Noni Meyers, como en su día ya hicieron Kiko Veneno, Bronquio o Lorenzo Soria, no han dudado en dejarse caer por el estudio.Y ellos, insistimos, a lo suyo. Más que nunca con el mimo puesto en las canciones como herramienta para difundir su mensaje y sin perder, ojo, un ápice de su esencia, esa esencia sureña nieta de Pata Negra, hija de Pony Bravo y madre de lo mucho que queda aún por venir de más abajo de Despeñaperros. Como lo que hiciera Carlos Arniches por el Madrid castizo con sus sainetes, Vera Fauna lo factura ahora con sus canciones no solo por la Andalucía de sus amores, sino también por toda una generación: la suya, la tuya, la nuestra. Ese costumbrismo no exento de (buen) humor, esa mirada tan certera como despierta a las cosas del querer, ese hablarnos (y cantarnos) de tú a tú para que nos sintamos nosotros. Bendita fauna.