El 20 de septiembre verá por fin la luz Viva Tu. El álbum es una especie de pasaporte a la diversidad y a sus paradojas inherentes. Las canciones de Manu Chao derriban fronteras y se inspiran en todos los rincones del planeta con total libertad. Siguiendo la estela de sus singles “Viva Tú,” “São Paulo Motoboy y “Tú Te Vas” (con la colaboración de Laeti), llega “Heaven’s Bad Day,” un dueto con la leyenda del country, Willie Nelson.
Las raíces musicales americanas de Manu Chao vienen de lejos. Antes de tocar con Mano Negra, ya versionaba canciones de rockabilly y country con su grupo Hot Pants. No es casualidad escuchar a estos dos artistas en una misma canción en 2024. Es el encuentro de dos almas que decidieron no someterse a lo establecido y que siempre han mirado al mundo a los ojos. Son un par de trotamundos rebeldes. Es lógico que sus caminos se hayan cruzado en este momento. “Heaven’s Bad Day” es una animada canción de country con palmas y una armónica que nos invita a reunirnos en un lugar más allá de la pretensión, donde los sentimientos humanos aún fluyen con libertad. Es un mantra de dos minutos de duración entonado con una sonrisa irónica y una letra inquieta, como un ritual mágico en medio de un desierto que induce espejismos: “Siempre he cantado rock and roll y música country, son géneros con los que crecí. El country norteamericano es bueno… pero lo que a mí me atraía era el country irlandés. Lonnie Donegan, las viejas glorias. Es country, pero también punk. No creo que Mano Negra hubiera existido sin Lonnie Donegan. Era lo más. Escuchábamos hip-hop y también country punk. Nos divertíamos mezclando ambos… Siempre he escrito canciones de esta forma híbrida.
Algo que también me gusta es la letra de la canción. Uno siempre siente que tiene que vivir en su pequeño paraíso particular, pero ese paraíso se puede volver aburrido sin algún diablillo o diablilla que te haga compañía. ¡Hay que darle vidilla a la cosa!”
Razón no le falta; es como en los dibujos de nuestra infancia, en los que un diablillo y un ángel se debatían sobre los hombros de algún personaje. Willie Nelson acabó dándole el visto bueno a la letra sin cambiar ni una sola palabra: “Es un honor. Es como cuando hice ‘Denia,’ una canción en árabe sobre Algeria. Jamás me habría permitido sacarla sin la aprobación de Idir. Cuando aprobó la canción y accedió a cantarla, lo cual fue un honor para mí, me di permiso para grabarla. Que Willie Nelson aprobara esta canción de country me hace muy feliz. Es un honor y un gran orgullo para mí.”
Willie y Manu podrían ser padre e hijo, pero son dos almas gemelas reunidas por fin en los dos minutos que dura una canción que atraviesa épocas y géneros. Una verdadera comunión.
Viva Tú es una oda a la vida y la solidaridad, un álbum que es el epítome del pluralismo cultural. A Manu Chao siempre le han gustado las mezclas trascendentes, los experimentos en los que se entrelazan el pasado y el futuro, juguetear con las cosas sin ninguna filiación particular. Sus canciones son multilingües porque le hablan al planeta entero sin distinción. Es la curiosidad lo que impulsa al artista a escribir canciones personales en las que cualquiera puede sentirse reflejado. Desde las rumbas de “Viva Tu” y “La Colilla” a la poesía lúcida y liviana de “La Coleur du Temps” y “Tom et Lola,” pasando por el ensamblaje artesanal que mezcla rap con sonidos acústicos y electrónicos de “São Paulo Motoboy,” una clara continuación de su famosa “Me Gustas Tú,” o por las frágiles baladas de combate de “Vecinos,” “Cuatro Calles” y “Viva Tú,” hasta llegar al reggae de “Lonely Night.” El álbum está lleno de fantasmas, remueve el alma y el corazón. Es música folk del mundo que honra tradiciones de una forma que las hace universales y atemporales.
En un momento en que el mundo entero parece mirar temeroso al suelo, Manu Chao apunta a las estrellas.