Los Otros Días, el proyecto unipersonal del cordobés Joaquín Banegas, presenta en sociedad su EP homónimo y debut. Precedido por los cortes “Tan bueno” y “Tan mal”, este último una sobria y ajustada colaboración con su productor y Germán Reccitelli a.k.a. Sir Hope, se trata de un disco corto y atemporal, minimalista, de canciones austeras, pero que a su vez hace foco en el groove y dialoga con el pop contemporáneo.
“Me gusta la música bailable”, admite Banegas, quien tiene una formación tradicional (es un músico con formación tradicional/clásica). Y si bien la obra de Charly García es una referencia ineludible a nivel artístico (“siempre vuelvo a él, todos los días, desde chiquito”), reconoce que buena parte (por no decir todo) de su reciente material de estudio, y del que vendrá, en realidad está más influenciado por nombres como Anderson .Paak, Parcels, Benny Sings, Dua Lipa y Justin Bieber.
Con el tiempo, admite, atravesó un proceso de depuración estilística, eliminando ciertos prejuicios académicos, sobre todo a partir de la pandemia y las restricciones de movilidad. Ante la imposibilidad de tocar y presentarse en directo, “empecé a escuchar cosas nuevas, nacionales e internacionales. Gente de mi edad, o más chicos, que la rompen y que antes no valoraba”.
En ese sentido, amplía: “Cambié de canal, me saqué de encima ese fantasma. Además, me topé con la producción de la computadora, dejé de lado la guitarra y probé suerte con el piano. Eso me llevó a un nivel de juego simple e intuitivo. Me pasaba cuando era chico, no estaba pensando en tal o cual acorde. También me dí cuenta que no le debía nada a nadie y que puede haber canciones con melodías lindas, pocos acordes y un lindo mensaje”.
De hecho, casi todas las canciones del EP Los Otros Días tienen dos o tres acordes que se reiteran en loop. Como la que comparte con Nahuel Barbero, “La Respuesta”. Al respecto, asegura que las dos voces empastan muy bien, pero destaca el aporte del Hipnótica: “Tiene un color muy nítido y mete yeites que te vuelven loco, haciendo que las estrofas suenen diferentes, por más que compartan la misma melodía”.
