El guitarrista de Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado pasó por Big Bang, el programa que Marcelo Figueras conduce en la radio El Destape y habló sobre el streaming que van a hacer el próximo 17 de abril. «El Indio tiene un repertorio muy vasto y cada tema que elegimos siempre es el preferido de un montón de gente, no nos podemos equivocar nunca. Aún así, con todo esa obra extensa, nosotros queremos aportar novedades y estamos preparando canciones que no hemos tocado nunca y también canciones que nunca se escucharon», adelantó.
A lo largo de la media hora que duró la entrevista, Gaspar reveló que A los pájaros será un evento que les va a permitir como grupo «revivir muchas cosas» y explicó: «Podríamos encerrarnos en un estudio y hacerlo desde ahí porque el público no está. Pero no, vamos a viajar y a estar juntos unos días para poder armar algo gigante en el medio de la nada. Es como parte de un juego. Porque la gente también sigue sacando su entrada, se reservan el día, se juntan. Todos lo vamos a vivir como un momento de encuentro».
En cuanto a la participación de Indio en estos shows, donde todos los músicos se turnan para interpretar las canciones del repertorio y Solari aparece desde las pantallas, Benegas reveló que las únicas que no quieren cantar son las de El ruiseñor, el amor y la muerte, el último disco que editó Indio junto a Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado. «Le corresponde a él estrenarlas. Por ahí vos que sos su amigo nos podés ayudar a convencerlo de hacer una presentación desde Luzbola. Porque ahora tiene como dos discos nuevos más, no sería justo que se quede atrás, sin presentación».
Parte de las ganancias de A los pájaros se van a destinar a la ONG Artistas por la Patagonia, que Gaspar armó junto a su compañera Valentina Cooke, para ayudar a reconstruir las casas que se perdieron en los recientes incendios en la Comarca Andina. Ambos son oriundos de El Bolsón y los tocó muy de cerca: «Desde que soy chico hay incendios y todos sabemos que son intencionales, pero nadie se hace cargo, son como actos terroristas que nadie se atribuye. Y en este transgredieron todos los límites porque quemaron todas zonas urbanizadas, poniendo en riesgo la vida de un montón de personas. Una señora me contó que pasó 2 horas metida en una pelopincho, sacando y metiendo la cabeza en el agua para no quemarse. La gente, incluso nuestras familias, quisieron salvar sus casas y quedaron envuelta en llamas».