La banda de Barcelona, querida y admirada por artistas como Andrés Calamaro, Babasónicos o Peces Raros, regresa a la actualidad musical con «Futuros imposibles», un álbum confesional, lleno de letras brillantes y hits emocionales. Nos encontramos, sin duda, ante uno de los discos más brillantes publicados en lengua española en 2024. Un álbum destinado a emocionar y a capturar parte del espíritu de nuestra época, esta sociedad líquida en la que las personas van entrando y saliendo de nuestras vidas con una frecuencia jamás vista en la historia. Estamos ante un álbum tremendamente crudo y directo por momentos en sus letras, en el que Marc Gili, vocalista y letrista de la banda, ha vertido sin tapujos algunas de sus experiencias y reflexiones más profundas de los últimos años. Experiencias autobiográficas, sí, pero tremendamente universales, como el fallecimiento y la desaparición de varios amigos víctimas de los excesos («Lo que recuerdo de ti»), dolorosas rupturas sentimentales («Algo especial», «Elegía»), o el existencialismo marca de la casa («El sur», «A contraluz», «Una noche más”), tejen un imaginario tan hermoso como desgarrador, devolviéndonos a esos Dorian que han sido capaces de crear algunos de los himnos más poderosos de los últimos lustros. En palabras de la propia banda, «Futuros imposibles” es la expresión de todo aquello que no podrá ocurrir porque algo detuvo o desvió el flujo de los acontecimientos. Ese “algo” pudo ser, por ejemplo, una ruptura sentimental o el fallecimiento de alguien muy cercano, experiencias traumáticas que duelen, pero que también nos hacen más fuertes, y que son capaces de provocar cambios bruscos en nuestras vidas. Casi todas las canciones de este álbum son consecuencia de momentos de crisis que, no obstante, nos llevaron a entender que por cada futuro imposible, la vida te regala otro que no estaba planeado, y que es capaz de deslumbrarnos como un nuevo amanecer, si tenemos la voluntad y actitud necesarias para superar los duelos y reinventarnos».
Justamente aquí encontramos una de las claves por las que este álbum cala hondo. Varias canciones de «Futuros imposibles» parecen invitarnos a superar las adversidades de la vida focalizando la mente en los recuerdos positivos que una persona, una situación o una etapa hayan dejado en nosotros. ¿Cuántas veces, por contra, nos hemos quedado atascados en las malas sensaciones? En el plano estrictamente musical, «Futuros imposibles» desprende «sonido Dorian» por los cuatro costados, al tiempo que nos deja momentos completamente inéditos en la carrera de los barceloneses. Por un lado, los arreglos de sintetizador, guitarras y bajos que encontramos en «A contraluz», «Una noche más» o «Por ti» podrían hermanar la atmósfera del álbum con dos de las cumbres creativas de la banda: «La ciudad subterránea» (2009) y «Justicia universal» (2018), mientras que, por otro, «Elegía» y «Solo el cielo» transportan al oyente a territorios más cercanos al folk alternativo. Mención especial merece «Materia oscura», toda una bomba para la pista de baile, cuya letra encierra una mención y homenaje a la mítica banda española Parálisis Permanente (hermanada estilísticamente con Virus).