Todavía se cree que estar embarazada te convierte en algo muy frágil y que no debería hacer prácticamente nada.»
Mi historia
El 12 de diciembre de 2020 fue el día que supe que mi vida iba a cambiar para siempre, me enteré que estaba embarazada.
Cuantas dudas. Miedos. Pero sobre todo, muchos interrogantes sobre cómo iba a ser mi actividad física durante las 40 semanas de embarazo.
En mi cabeza no entraba la posibilidad de dejar de entrenar. Es mi pasión. Es mi cable a tierra. Es aquello que me pone de buen humor, me hace sentir bien conmigo misma. Además, yo soy preparadora física y siempre prediqué con el ejemplo. ¿Cómo seguir entrenando durante este período de tiempo y demostrar a mis alumnos que todos debemos realizar actividad física?
Faltando dos semanas para conocer a mi hija, Roma, les quiero decir a todas las mujeres que están embarazadas o que piensan estarlo, que sí se puede y sí se debe seguir entrenando.
Durante todo el embarazo he recibido críticas por el plan de entrenamiento que he seguido. No tengo dudas que ninguna fue mal intencionada. Todo lo contrario. En todas ellas vi una preocupación enorme por mi salud y por la de Roma. Aunque todo aquello que se dice sobre no entrenar estando embarazada opera desde la ignorancia.
Todavía se cree que estar embarazada te convierte en algo muy frágil y que no debería hacer prácticamente nada. Es cierto que hay que ir tomando recaudos en la medida que uno va avanzando en la gestación del bebé, aunque siempre es importante moverse y entrenar teniendo en cuenta la condición física al momento de quedar embarazada y con qué intensidad se entrenaba previo a estarlo.
Para no cometer errores es importante rodearse de un equipo multidisciplinario que te acompañe en este proceso, incentivando una gestación activa y saludable.
Previo a haber quedado embarazada, ya había tenido la linda oportunidad de entrenar mujeres embarazadas con resultados súper positivos, no solo durante el embarazo sino también post parto. Esto me dio la tranquilidad y sabiduría suficiente para poder armar mis propias rutinas. Además de vivir la experiencia en carne propia, realicé cursos especializados en planificación para embarazadas, con lo cual me sentía súper capacitada y confiada para encarar este proceso de la mejor manera.
Beneficios de seguir entrenando
Sin dudas la energía cambia a lo largo de todo el embarazo, pero el entrenamiento es clave para mantenerte saludable, acompañado de una buena alimentación permite que el incremento de peso sea gradual y no tener cambios abruptos. Hay ejercicios que ayudan a evitar dolores a futuro, como por ejemplo trabajar la fuerza abdominal a través de movimientos específicos que permiten activar el Transverso del abdomen el cual nos favorece luego a la hora del trabajo de parto y la recuperación post parto. A partir de ésto quiero recomendarles, en función a cada trimestre, cuáles son las cosas a tener en cuenta para poder llevar un embarazo activo:
- Primer trimestre: las recomendaciones generales son disminuir los ejercicios de impacto, ya que es la etapa de implantación, este tipo de estímulos puede ser perjudicial, en mi caso opté por dejar de correr, no solo por algunas pérdidas que tuve sino por los dolores producto de la sensibilidad mamaria. Hay mujeres que sufren de náuseas y vómitos y durante este período les resulta imposible mantenerse muy activas, es cuestión de escuchar cada cuerpo.
- Segundo trimestre: ésta es la mejor etapa en cuanto a la energía. Es clave empezar a moverse de manera consciente y hacer foco en la respiración, en cada ejercicio tenemos que trabajar la contracción del abdomen. Ya a esta altura ejercicios abdominales tipo crunches con flexión de tronco no se recomiendan, sin embargo algo que en general no se dice es que estamos activando nuestro CORE en todo movimiento funcional, desde una sentadilla hasta cuando levantamos cosas del piso. Por eso es súper importante tomarse el entrenamiento con mucha consciencia.
- Tercer trimestre: acá empieza a dificultarse todo por el tamaño del vientre, ya falta el aire y moverse cuesta más, sin embargo dejar de hacerlo no es una opción (salvo indicación médica), depende mucho cómo te sientas. Podés seguir haciendo ejercicios de fuerza, con descansos más largos y sobretodo cuidando 100% la técnica y adaptando las posturas en función al tamaño de la panza.
En todo el embarazo es fundamental trabajar con ejercicios específicos para fortalecer el piso perineal, idealmente hacerlo con un profesional capacitado en enseñarte a activar esta musculatura profunda para evitar futuras incontinencias urinarias.
No nos olvidemos que entrenar libera hormonas de bienestar y eso es muy bueno para la mujer y el bebé.
La cabeza también se entrena
Siempre tuve que trabajar fuertemente las conversaciones internas negativas que he tenido durante toda mi vida. Lo pensamos, es lo que nos decimos, que luego es lo que vibramos para después terminar accionando. Fíjense cómo todo comienza en una simple conversación interna que puede ser muy perjudicial para nuestra vida.
Cuando me enteré que iba a ser madre, me prometí que ésto tenía que cambiar. ¿Cómo podía pretender que mi hija fuese una persona sana emocionalmente hablando si yo no lo era conmigo misma durante el embarazo?
No fue fácil pero lo logré! Hoy puedo decir que me trato mucho mejor, que tengo mucho más cuidado con lo que me digo y soy más autocompasiva conmigo misma.
Conclusión final
Hay muchas creencias falsas sobre cómo debería ser una preparación física durante un embarazo. Mi recomendación: buscar profesionales competentes y con experiencia, que ayuden a una mujer en esta condición a seguir teniendo una vida plena y con una preparación física óptima.
Es muy importante, que el obstetra también acompañe la idea de realizar actividad física durante el embarazo y obviamente seguir todas las recomendaciones que el mismo haga. Por último, no importa qué edad se tenga o qué entrenamiento se hacía anteriormente, lo importante es moverse. El movimiento es salud. Y si una madre está saludable, también lo estará la nueva personita que está por venir. Y siempre, siempre, siempre escuchen a su cuerpo. Les habla todo el tiempo y siempre respétense y escuchen a su cuerpo.