CÓMO SER UN GAMER ECO-FRIENDLY

Con más de 2 mil millones de usuarios, la industria gaming está en auge. Si bien los juegos ofrecen entretenimiento, también pueden ser un espacio desde el cual podamos aportar a temas trascendentales como el cambio climático. Junto a Acer, un líder en el mercado, hemos elaborado una guía sencilla para ayudarte a comprender el problema y convertirte en un jugador ecológico.



El impacto ambiental de los videojuegos
El poder de cómputo en aumento, la calidad de gráficos mejorada, las pantallas de mayor resolución y el streaming han hecho que los juegos de computadora sean una actividad cada vez más demandante en materia de energía.


El sector del videojuego es ahora más grande que las industrias del cine y la música combinadas. En 2021, la demanda de dispositivos informáticos personales creció hasta los 347 millones. Mientras, han llegado los juegos en la nube. Por ejemplo, en Estados Unidos los juegos representan ahora el 2,4% de toda la energía residencial y las emisiones de CO2, lo que equivale a más de 5 millones de automóviles. Así que reducir este impacto es bueno para el planeta.


Fabricación verde
Con protectores plásticos, metales preciosos extraídos, desechos electrónicos y un consumo de energía inmenso, los juegos han sido hostiles con el medio ambiente durante años. El problema es que el mayor impacto energético de un dispositivo o computadora es durante la fabricación, no a través de su uso. De hecho, alrededor del 66% de las emisiones de CO2 de una computadora se producen durante la producción.


Investigaciones sugieren que el impacto ambiental de la producción de notebooks es tan intenso que necesitaríamos utilizarlo entre 33 y 89 años para compensar los costos. Sin embargo, reemplazamos nuestros dispositivos de 3 a 5 años. Esta corta vida útil contribuye al calentamiento global y a los desechos electrónicos.


Reciclar tus juegos y equipos puede reducir la basura electrónica, que son capaces de permitir que sustancias como el mercurio, plomo y arsénico se filtren en nuestro suelo y aguas subterráneas. Además, contribuyen a nuestros vertederos ya desbordados. TCO Certified es una certificación de sustentabilidad de confianza mundial para productos de TI. Los fabricantes deben cumplir con criterios ambientales y sociales específicos para obtener este certificado. Entonces, los jugadores pueden investigar si sus productos la poseen antes de comprarlos.


Cloud gaming
El crecimiento del cloud gaming se ha disparado con Xbox Game Pass, PlayStation Now, Google Stadia, Microsoft Project xCloud, Amazon Luna, Nvidia GeForce Now. Éstos se basan en centros de datos y redes para procesar los juegos, de forma similar a los servicios de transmisión. Si bien nos deshicimos de los discos, el uso de energía de los juegos en la nube es mucho mayor que el de los juegos locales. Una consola utiliza un 156% más de energía cuando se juega en la nube. La transmisión de videojuegos es más exigente en los centros de datos y la infraestructura de red.


Las investigaciones muestran que, si continúa la tendencia de los juegos en la nube, para 2030 las emisiones de carbono podrían aumentar en un 30%. Este problema se agrava con la llegada de la adopción de juegos 4K. Las empresas de juegos entienden que se necesita un cambio. Playing for the Planet es una alianza del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente de las principales empresas de juegos, incluidas Microsoft, Sony y Google, que promueve prácticas de juego eco responsables. Éstas se comprometen a la reducción de su huella de carbono y un cambio colectivo hacia la energía verde; iniciativas para compensar emisiones, y nuevas ofertas de reciclaje y diseño de economía circular para controlar el plástico y los desechos electrónicos.


Pero, desde nuestro lado, ¿qué podemos hacer para minimizar nuestro impacto en los juegos?
























5 CONSEJOS PARA GARANTIZAR UN JUEGO ECOLÓGICO


1) Restaurar, reutilizar y reciclar tu máquina: el 93% de una computadora se puede reciclar. Por lo tanto, la mejor estrategia para los jugadores con conciencia ecológica es evitar que los dispositivos electrónicos existentes terminen en basureros. Hay tres formas principales de lograrlo. La primera, renovar, o lo que es lo mismo, extender la vida útil de una computadora. Los componentes de hardware, como las tarjetas gráficas y las CPU, tienden a bajar de precio rápidamente, por lo que retrasar las actualizaciones puede ahorrarte dinero.


¡Las actualizaciones y reparaciones deberían ser fáciles! Entonces, antes de comprar tu próximo dispositivo, consulta el informe PIRG de EE. UU. de 2022 que califica a las empresas de notebooks y smartphones según la facilidad con la que reparan sus dispositivos.


Por otra parte, si vas a comprar una notebook mejor para jugar, considerá comprarla usada. Los portátiles que apenas se usan y que están demasiado desactualizados para una empresa tecnológicamente avanzada pueden ser perfectos para jugar.


No olvides que, en Estados Unidos, por ejemplo, se desechan diariamente más de 142 mil computadoras. Para ser un jugador ecológico, debes considerar vender o regalar tus dispositivos viejos. Vender o donar tus aparatos electrónicos es mejor que reciclar. La basura de un jugador es el tesoro de otro. Probablemente podés encontrar un estudiante o una organización benéfica que estaría feliz con su computadora obsoleta.


2) Apagá y desconectá cuando no esté en uso: el 27% de las emisiones totales de CO2 de un portátil se producen durante su uso. Nuestros dispositivos gaming consumen más electricidad a medida que se vuelven más potentes. Verificá las calificaciones de Energy Star antes de comprar para encontrar las mejores opciones.


Durante ocho horas al día, un portátil consume entre 150 y 300 kWh y emite entre 44 y 88 kg de CO2 al año. En modo de espera, el consumo de energía de una notebook es de aproximadamente un tercio. Por lo tanto, los dispositivos usan mucha energía cuando están inactivos y la mayoría «pierde» energía incluso cuando están apagados.


Como jugador ecológico, deberías considerar apagar todos los dispositivos. Esto ahorra energía, dinero en efectivo y reduce las emisiones a nuestro medio ambiente.


3) Comprá copias digitales: la forma en que se fabrican, envían y venden los videojuegos físicos crea una enorme huella de carbono. Los empaques de videojuegos causan contaminación ambiental con su caja de plástico, disco de policarbonato de aluminio, cubierta de papel y manuales. Ahora podés volverte completamente digital y reducir tu huella de carbono y el impacto de la industria en el medio ambiente. Gracias a Steam y PlayStation Store, las copias digitales de los juegos se venden online sin recibir copias físicas. Esta iniciativa reduce el empaquetado de discos físicos. También elimina la necesidad de intermediarios que conecten a las empresas tecnológicas con los consumidores.


4) Comprá juegos usados: todos los juegos físicos pueden terminar en la basura. El plástico con el que se fabrica la mayoría de los juegos y consolas no se descompone. Entonces, como jugador ecológico, comprar juegos físicos usados puede ayudar a reducir este impacto. Disfrutas de los juegos, ahorras dinero y haces tu parte para proteger el medio ambiente.


5) Pedí prestados y compartí juegos con amigos: cuidar de tus amigos y de la tierra es una gran victoria para un jugador ecológico. No hay necesidad de impresionar a los amigos siendo el primero en pedir un nuevo juego. En cambio, compartir y pedir prestado puede ayudarte a hacer tu parte en el mantenimiento de la tierra.


Los consejos anteriores te ayudarán a ser un jugador más ecológico. Tomate el tiempo cada día para considerar los pequeños cambios ambientales que podés hacer: cuantos más lo hagamos, más significativo será el impacto que podemos tener. Nuestro planeta nos lo agradecerá.

Artículos recomendados

Abrir chat
Hola 👋
¿En qué podemos ayudarte?