Chica Sobresalto continúa leyéndonos las cartas que formarán su particular ‘Oráculo’, el que será su tercer álbum y que se publicará en primavera de este año. Después de la luz que desprendía su último single ‘La Estrella’, la navarra vuelve con ‘La Torre’ a ese lugar oscuro que, de vez en cuando, visita y donde deja clara su versatilidad con mensajes que calan hondo.
Producida de nuevo por Santos y Fluren, ‘La Torre’ es una canción cuyo germen nació hace muchos años, concretamente cuando con 17 años, echaron las cartas a Maialen y al preguntar por su sueño de dedicarse a la música, apareció ‘La Torre’. Una torre que ardía en llamas, de la que se salían personas, lanzándose de cabeza al vacío. Todo se desmoronaría, pero sería la excusa perfecta para poder construir algo mejor. Maialen había guardado en algún lugar de su memoria todo esto a lo largo de los años, pero volvió hace pocos años a su cabeza.
Llegó Operación Triunfo, donde Maialen se sentía cómoda, feliz y pensando por primera vez únicamente en ella. De repente, llegaron noticias desde el exterior, hablando de un virus que había paralizado el mundo. Tenían que salir de la academia y volver a «casa».
Fue entonces, cuando salió a fumar a la terraza y vio el antiguo Hospital del Tórax de Terrassa. Alguien le contó que hubo un tiempo en el que albergaban a pacientes de enfermedades mentales que, a causa de estas y de la soledad en la que estaban sumidos, se suicidaban, tirándose por la ventana. Aquello le llevó de nuevo a aquella tirada de cartas del Tarot que vivió con 17 años. Volvió a ver esa torre y supo que algún día le haría un disco. Fue consciente en ese momento cuando fue consciente de que su mundo, tal y como lo conocía, había desaparecido. Se vio caer a ella misma, sin ninguna intención de hacer nada para remediarlo. El Hospital del Tórax era La Torre.
Lo chungo viene cuando te das cuenta de que tú formas parte de todo eso, que tú misma le has prendido fuego, que tienes el poder de destrozarlo todo, que puedes ser La Torre de alguien, que eres más fuerte de lo que creías y que tienes la capacidad de joderle la vida a alguien sin darte cuenta. Me sentí como una súper heroína sin control sobre su propio poder, como Eduardo Manostijeras cuando le corta la mano a Kim (pienso mucho en esa escena desde la primera vez que la vi de pequeña).
Aquel día, un trocico de mí se tiró de la torre, desapareció para siempre. Y aquí estoy 3 años después construyendo, porque suena bonito pero la zona 0 es una puta mierda, porque en una sesión con mi psicóloga acabé descubriendo que el peor de mis problemas es que “no sé vivir”. Literalmente no sé qué hacer con el tiempo que se me ha concedido.