DE REPENTE, LA LIBERTAD
Évelyne Pisier y Caroline Laurent
Las calles de Saigón, el sabor dulce de los mangos y los gestos sumisos de las niñeras, el olor infecto de las cárceles de Hanoi, el color dorado del pelo de su madre, y esa manera tan suya de cruzar y descruzar las piernas que volvía locos a los hombres. Luego la revolución cubana, y más tarde las palabras inspiradoras de Simone de Beauvoir, que mostraban el camino hacia la liberación de la mujer. Finalmente, años después, la rendición de un cuerpo que no había
aprendido a pactar con el paso del tiempo.
Évelyne Pisier quería contar la historia de su madre, y a través de ella la suya propia; se había empeñado en recuperarla y no dejar que tantos años de vida política, amor y lucha se olvidaran.
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